Hallaron en el arroyo Garupá el cadáver de un contrabandista supuestamernte abatido por Gendarmería en un tiroteo

Creen que es el timonel de la lancha que el lunes traía del Paraguay un cargamento de cigarrillos. Los contrabandistas se habrian tiroteado con GN y el individuo recibió un tiro de fusil en la cabeza. A cinco días de haberse producido un enfrentamiento a tiros entre una patrulla de la Gendarmería y un grupo de contrabandistas en la zona del puente sobre el arroyo Garupá, un pescador halló ayer a la tarde el cadáver del joven que supuestamente timoneaba la lancha utilizada para introducir un cargamento de 12.500 paquetes de cigarrillos traídos desde el Paraguay. El cadáver presentaba la zona craneana destruída por un disparo de arma de fuego, presumiblemente de un fusil Fal, arma utilizada por los gendarmes durante el supuesto tiroteo. Anoche el cadáver fue despositado en la Morgue Judicial y mañana será sometido a una autopsia para establecer la fecha del deceso y si quedó algún resto del proyectil en el destrozado cráneo. El hallazgo del cadáver fue casi casual, según relataron voceros policiales. En horas de la siesta, un hombre ingresó al camping ubicado a la vera de la ruta nacional 12 decidido a pescar un rato en las tranquilas aguas del arroyo Garupá. Un rato después enganchó algo en el fondo y al recoger el nylon de su reel, vio emerger el cuerpo de un hombre. El asustado pescador sólo atinó a atar el cadáver al alambrado que llega hasta el agua, subió a su camionetaa y desapareció sin dejar rastros. Cerca de las 16 otra persona halló el cuerpo y alertó a la Prefectura, que lo extrajo del agua y dejó todo en manos de los efectivos de la comisaría de Garupá. Según el médico policial, el cadáver pertenece a un hombre de alrededor de 30 años, cuyo deceso se habría producido el lunes. La causa: un potente disparo le destruyó el 50 por ciento de su cráneo. El hallazgo se produjo en el mismo lugar donde en la madrugada del lunes una patrulla del Escuadrón 50 de Gendarmería se tiroteó con un grupo de contrabandistas que había comenzado a bajar un cargamento de 12500 paquetes de cigarrillos de una lancha. El supuesto intercambio de disparo finalizó con cinco contrabandistas detenidos, dos de los cuales fueron baleados en las piernas; mientras que otros habrían conseguido darse a la fuga, según el informe oficial de la Gendarmería. Como prueba del enfrentamiento, los gendarmes secuestraron en el lugar numerosos vainas servidas calibre 22 y otros proyectiles sin percutar. Sin embargo, no se halló ningún arma. En el lugar también se decomisaron un Fiat Uno y un Renault 12, vehículos en los que supuestamente iban a ser cargados los cigarrillos. En la lancha, que fue encontrada luego a la deriva, se hallaron manchas de sangre pero la Gendarmería nunca realizó tareas para tratar de rescatar de las aguas del arroyo a la persona que supuestamente había sido abatida o al menos herida. La búsqueda de los contrabandistas se limitó a la zona costera del arroyo. El abogado que representa a la madre del lanchero abatido sostuvo que el muchacho nunca cruzó el río armado y que los contrabandistas fueron virtualmente fusilados por los gendarmes. Para el abogado, resulta llamativo que a ninguno de los contrabandistas se le haya realizado la prueba de la parafina, peritaje indispensable para determinar si dispararon un arma de fuego. La mujer se presentó durante la semana ante el juez federal Ramón Claudio Chávez y pidió que se investigara la desapariciópn de su hijo, que había partido de Encarnación piloteando una lancha con un cargamento de cigarrillos que debía ingresar de contrabando. Voceros de la Gendarmería dijeron anoche que no harían comentarios sobre el hallazgo del cadáver «porque todo esto está en manos del juez federal».

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