El PAMI confía en «la buena relación con los prestadores» para seguir dando cobertura psquiátrica

Aunque desde el San Miguel y Nuestra Señora de las Mercedes afirman que no aceptarán nuevos internos, la obra social sólo puede dar cómo garantía a los afiliados su confianza en la «profesionalidad de los médicos». Pese a que ya mantienen deudas, afirman que «ningún sanatorio se puede negar a recibir a un paciente» y que ellos correrían con los gastos. «La prestación continúa, en virtud de la buena relación con los prestadores en Misiones». Esa «buena relación» fue la única garantía que dio el jefe de Prestaciones Psiquiátricas del PAMI, Carlos Torres, de que se seguirá dando atención psiquiátrica a los afiliados. El convenio que la obra social tenía firmado con la Federación Argentina de Cámaras y Asociaciones Psiquiátricas (FACAP) finalizó el pasado 31 de agosto, y desde esa fecha se suma una nueva dosis de incertidumbre y desamparo sobre los afiliados del PAMI. San Miguel y Nuestra Señora de las Mercedes son los dos centros de Misiones que pertenecen a la red de la FACAP, que agrupa clínicas psiquiátricas de todo el país. «El director del San Miguel nos aseguró que iba a seguir funcionando igual», aseguró Torres pese a que desde el psiquiátrico privado adelantaron que dejarán de atender a nuevos pacientes y sólo mantendrán el servicio emergencias y la asistencia a los que ya están internados. «Ningún sanatorio psiquiátrico se puede negar a recibir a un paciente», respondió Torres después de haber apelado a la «buena relación» y a la «profesionalidad de los médicos» para que sigan atendiendo a sus afiliados. Desde Buenos Aires, voceros del PAMI también lanzaron un comunicado en que sostienen que «pese a la rescisión del contrato con la FACAP se garantiza la continuidad del servicio a través de un nuevo modelo consistente en redes regionales que serán supervisadas por el organismo». Sin embargo, lo único concreto hasta ahora es que ya «no tienen contrato», tal como admitió el jefe de Prestaciones Psiquiátricas en Misiones. Pero insistiendo en su postura, habló de «una especie de acuerdo paralelo en la provincia» con los dos prestadores. «Siempre hubo buena relación. Nos aseguraron que la atención se iba a mantener», reiteró Torres. SI LA VOLUNTAD NO ALCANZA En una conferencia de prensa brindada esta mañana en la sede del instituto, en la que el gerente regional del PAMI, Enrique Boldú, cedió la palabra al responsable del área, explicaron también que si no alcanza con la buena voluntad «se pueden emitir órdenes de prestación por aquí» (en referencia a la obra social). «Si los pacientes no son atendidos tienen que dirigirse aquí o a cualquier delegación del interior», recomendó asegurando que «el PAMI se compromete a pagar los gastos». En principio habrían estipulado unas tarifas fijas dependiendo de si se trata de pacientes agudos o crónicos, y la obra social debería correr con esos costos por un tiempo aún indefinido, ya que «la decisión depende de Buenos Aires». Sin embargo, mientras habla de afrontar nuevos gastos el PAMI mantiene ya una deuda de varios meses con los prestadores, según denuncian desde los psiquiátricos. Más de 50 pacientes permanecen internados y no hay garantías de qué sucederá con los que necesiten asistencia de ahora en adelante, o hasta que la obra social de los jubilados defina un nuevo convenio. «Pudieron rescindirlo porque era muy caro», es toda la explicación que dio Boldú de por qué el PAMI canceló un contrato sin tener aún definido quién se hará cargo de los afiliados que padezcan enfermedades mentales.