Tokio se bajó de la Liga B en una decisión incomprensible

El presidente de los orientales tomó la determinación de no jugar la B, pese a las grandes posibilidades de conseguir sponsorización para el torneo Eran las 18.30, el teléfono una vez más sonó en la Asociación de Clubes de básquet para consultar sobre los equipos que se habían inscripto para disputar la Liga Nacional B. El cronista preguntó, casi por instinto, si Tokio se había anotado. La respuesta sonó tajante, seca y sorpresiva: NO. ¿Qué había pasado para que, en tan sólo unas horas, los mismos dirigentes que habían anunciado que jugarían, dieran marcha atrás? Ayer, durante la disputa de la final de juveniles, Misiones On Line intentó buscar explicaciones entre los numerosos dirigentes orientales que se acercaron hasta la cancha de Mitre. NO SE ANIMÓ La respuesta fue siempre la misma: «hablá con el presidente». Y bueno, evidentemente Oscar Silvestrini, presidente de Tokio, era el hombre que tenía que dar explicaciones. Notoriamente dolorido y con el rostro compungido, casi al borde de las lágrimas, Silvestrini dialogó a un costado de la cancha con Misiones On Line y allí surgieron respuestas, pero no se alcanzó a despejar las dudas. En primer término el presidente oriental explicó que la decisión había sido suya personal, y que la tomó, para «no hipotecar al club». «Hay un montón de instituciones, reflexionó, que se han enterrado por una cuestión así, dirigentes que se fundieron y yo no podía avalar con mi firma algo así». Consultado sobre si la sponsorización no estaba cerca de concretarse, algo que algunos dirigentes afirman que era así. Silvestrini explicó que «no podemos largarnos a una cosa así sin tener nada en concreto, si no hay compromisos de las empresas». Además comentó que «hasta el año pasado nosotros jugábamos en una Liga profesional con un núcleo amateur, pero este año no podíamos hacer lo mismo» y que por eso se tomó la determinación de no jugar. Luego confesó se estado de ánimo al comentar que «estoy muy dolorido, tengo un nudo en la garganta; fue una decisión muy difícil, pero no quedaba otra». En referencia al futuro el presidente de Tokio expresó que en la semana seguramente llamará a elecciones y que el año próximo habrá que volver a realizar el mismo camino que llevó a los orientales hasta la Liga B. Pese a las explicaciones de Silvestrini y a la negativa de otros dirigentes a dar su opinión abiertamente, fue muy notorio el enojo y el malestar que produjo ésta decisión unilateral del presidente. Caras largas por doquier, alguna palabra subida de tono y una certeza: éste tema no se termina acá.