Ordenaron el desalojo de 22 locales de la Placita

Las deudas impositivas y las transferencias irregulares de locales llevaron a la Municipalidad a tomar esta determinación, que no se aplicaba desde el 97. La Defensoría del Pueblo espera conseguir una prórroga. Las deudas van de 200 pesos hasta 22 mil. La Comuna denegó los pedidos de transferencia de locales, y solo los titulares o empleados podrán estar al frente. Once locales de la Placita de Posadas recibieron ya notificaciones de desalojo y, según confirmaron desde la Municipalidad, otras once estarían a punto de llegar. La falta de cumplimiento con los impuestos y las irregularidades en las transferencias de los locales llevaron a la Comuna a tomar esta determinación, tras casi tres años sin que se produjera un desalojo en el mercado modelo. «La mayoría es gente que lo único que sabe hacer es eso, y si no tienen eso no tienen nada», afirmó desde la Defensoría del Pueblo Alberto Padrós. Los afectados por la medida comenzaron ya a recurrir a la Defensoría, que espera llegar a un acuerdo con la Municipalidad para que les concedan una prórroga. De momento, asesoraron a los que recibieron la notificación para que presenten un recurso de reconsideración, ya que en caso contrario tienen cinco días hábiles para abandonar el local. El delegado de los mesiteros, Hugo Villalba, explicó que ya pidieron una reunión con el intendente de Posadas, Juan Manuel Irrazábal y con los concejales para buscar soluciones, e insistió en que la situación que atraviesan «es terrible, no da para más y ya casi no tenemos clientes». Según explicó el director general de Rentas, Miguel Thomas, las deudas de los mesiteros sobre los que pesan ordenes de desalojo irán de los 200 o 300 pesos hasta los 22 mil en un caso. Dependiendo de las dimensiones del local, los dueños deben abonar tasas distintas. El funcionario ejemplificó que un local de 13 metros pagaría 127 pesos, mientras uno de 10 metros abonaría 103 o uno de 4 no llegaría a los 40 pesos. «Hay deuda por alquiler del local, por padrón de comercio, por convenios que hicieron y dejaron de pagar…», enumeró Thomas. «VIEJA Y MALA PRÁCTICA» Sin embargo, también indicó que no todos los embargos notificados son por deudas. «Hay una vieja y mala práctica en la Placita. El que dejaba su local lo vendía a otra persona, pero la venta era sólo con un papelito entre ellos. Se puede vender, pero mediante la Justicia y con la intervención de la Municipalidad y cualquiera que pudiera oponerse», precisó. Por eso, la Comuna denegó todos los últimos pedidos de transferencia. «Las situaciones consolidadas no pudimos tocar, pero todos los pedidos de cambio de titular fueron denegados», afirmó Thomas. Y precisamente el intento de regularizar la situación complicará el futuro de muchos mesiteros de la Placita. Al solicitar el cambio y no estar el titular original, la Municipalidad ordenó el desalojo. Pero aunque las notificaciones de desalojo ya comenzaron a llegar, la Comuna no descarta una última vía de acuerdo, que es a la que apelarán los afectados y la Defensoría del Pueblo. En principio, la Municipalidad exigirá que el adjudicatario, un familiar cercano o un empleado con situación previsional en regla esté al frente del local. «Para las renovaciones de contratos, debemos verificar que esté al día del pago de los alquileres y del padrón de comercio. Pretendemos que regularicen con plan de financiación. Si se acogen a los planes de financiación de deudas y cumplen con el plan podríamos rever el tema de los desalojos», alentó el funcionario. Por su parte, la Defensoría confía en que se llegue a algún acuerdo, pero cuestionan también a la Comuna por su postura estricta en esta cuestión mientras «hay otras normas que no hace cumplir. Alberto Padrós recordó por ejemplo una situación habitual, que perjudica a los vendedores de la Placita. «Hay una ordenanza que indica que a cien metros de la placita no puede haber vendedores ambulantes o similares», sostuvo en referencia a la ordenanza 146 aprobada hace cuatro años. «¿Por qué no controlan también eso?»