Los consumidores temen a la aftosa

Hay desconocimiento: 8 de cada 10 personas dejarían de comprar carne vacuna si hay un rebrote de la enfermedad Si hubiera un rebrote de fiebre aftosa en la Argentina, los consumidores dejarían de comprar carne vacuna. Durante una recorrida que realizó Ambito Financiero por diferentes supermercados de la Capital Federal, ocho de cada diez personas aseguraron que dejarían de consumir carne ya que, afirmaban, la aftosa es perjudicial para la salud humana. Si bien el último foco de la enfermedad se registró en 1994 y la Argentina fue declarada en mayo «libre de aftosa sin vacunación» por la Organización Internacional de Epizootias (OIE), el ingreso de animales seropositivo encendió una luz de alerta en el sector ganadero. El desconocimiento de los consumidores sobre las consecuencias y alcances de la aftosa se manifestó cuando los consultados afirmaban que no comerían más carne vacuna por miedo a un contagio. La fiebre aftosa es un mal infecto-contagioso que ataca a los animales que poseen pezuñas (biangulados) -ovinos, bovinos, caprinos, cerdos, llamas, vicuñas y carpinchos- pero no afecta al hombre, ni se traslada a los alimentos. Los animales que están en contacto con el virus desarrollan una reacción serológica positiva que no necesariamente puede desembocar en la enfermedad, si no es elevada la carga viral, el estado del animal es sanitariamente bueno o si tiene una resistencia natural. La enfermedad es provocada por un virus que tiene un período corto de incubación y se difunde rápidamente entre las especies por vía respiratoria o bucal en bebederos o baldes. También puede expandirse por medio de las ruedas de los camiones y automóviles o por instrumental veterinario mal esterilizado, por eso existe la posibilidad de que se registren varios focos en distintas regiones del país casi simultáneamente. Más que afectar a la salud humana, la posibilidad de que haya un rebrote de aftosa perjudica a la economía de los productores. El «rifle sanitario» que se aplicó como medida de emergencia hace dos semanas en las regiones afectadas, provocó grandes pérdidas en el sector ganadero. Tanto los supermercados como los proveedores de carne indicaron que no hubo cambios en el consumo interno. «Si se registró disminución, seguramente no es porque la gente tenga miedo a la aftosa», aseguraron desde la Asociación Argentina de Criadores de Angus. El desconocimiento de los consumidores fue reconocido por la presidenta de la Liga de Amas de Casa, Lita de Lázzari, quien aseguró que no se informa «tranqueras afuera. Los productores se olvidan que somos nosotras las que vamos al supermercado». Asimismo indicó que confía en los controles sanitarios y opinó que «la reciente crisis de la aftosa no es real, es un problema político», pero agregó que «es necesario que nos mantengan informadas». PROHIBICIÓN «Si se prohíbe en la Unión Europea y en los Estados Unidos, ¿por qué acá la comemos?», se preguntaba un ama de casa que ingresaba en un conocido supermercado porteño. Por otro lado muchos mostraron su desconfianza hacia los controles sanitarios y a la eficiencia de las autoridades nacionales en el tema. «Por supuesto que dejaría de comer carne. Este es un problema de negligencia y un perjuicio enorme para los productores y el país», aseguraba un hombre en la puerta de un centro comercial. A pesar de que casi todos los encuestados están seguros de que la aftosa se transfiere al humano, algunos confían en que la Argentina va a seguir manteniendo su status sanitario a nivel internacional y que la crisis que se generó hace tres semanas es una campaña en contra del gobierno. En tanto, los que no vieron inconvenientes en seguir consumiendo carne indicaron que sólo se abastecerían en sitios confiables, en donde los controles sanitarios «son exigentes», aseguraron. Sólo un reducido grupo de consultados no dudó en responder que la enfermedad ganadera no afecta a la salud humana. Fuente: Ámbito Financiero Digital

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